Originario de Oriente, el aciano se extendió rápidamente por todo el mundo, creciendo en prados y campos de trigo. 

Sus propiedades medicinales se han utilizado desde el siglo XVI para aliviar la inflamación de los ojos. 

- Reconocida por su suavidad, el agua de aciano es calmante y astringente. 
- Aplicado a modo de compresa alrededor de los ojos, ayuda a descongestionar y calmar esta frágil zona del rostro, especialmente en caso de fatiga visual o irritación de los párpados. 
- Como loción cutánea, ayuda a tonificar las pieles secas y desvitalizadas. 

Ingredientes

Agua de flor de Centaurea cyanus*, filtrado de fermento de raíz de rábano/Leuconostoc, Aqua. (*) Ingredientes procedentes de Agricultura Ecológica.  El 98% del total de ingredientes proceden de Agricultura Ecológica.  El 100% del total de ingredientes son de origen natural.  Cosmética Natural y Ecológica certificada por ECOCERT Greenlife. 

Cómo Utilizar

Las aguas florales son, en sí mismas, productos de cuidado adaptados a todas las edades por su suavidad. Debido a su baja concentración de moléculas activas, no necesitan diluirse y pueden aplicarse directamente sobre el rostro, el cuerpo o el cabello mediante compresa o spray directo. 

Advertencia

Las aguas florales son relativamente frágiles, por lo que deben utilizarse dentro de los seis meses siguientes a su apertura, y deben conservarse en un lugar fresco y protegido de la luz. 
Si bien las aguas florales no tienen contraindicaciones, le recomendamos estar atento, ya que cada uno de nosotros puede reaccionar ante un producto cosmético. Por tanto, es aconsejable realizar una prueba, antes de su uso, aplicando un poco de agua floral en una porción limitada de la piel, para comprobar que es bien tolerado por el organismo. 
No recomendado para niños menores de 3 años.