Astringente natural: de hecho, es una de las propiedades naturales de la mora. La aplicación de la mora permite la contracción de tejidos y vasos sanguíneos, reduciendo así las secreciones y constituyendo una capa protectora. Al permitir que el tejido se contraiga, ayuda a combatir la inflamación de la boca, la garganta, los intestinos y los genitales. Potente antidiarreico: La ingestión de moras permite un alivio casi inmediato de la diarrea. Esta propiedad proviene de la propiedad discutida anteriormente. Así, las hojas, brotes y raíces de las moras se utilizan para tratar la diarrea y la disentería. Propiedad anti-envejecimiento: Como vimos anteriormente, la mora se caracteriza por un alto contenido en antioxidantes. Estos no se limitan a proteger el corazón. Tienen una acción beneficiosa sobre todo nuestro organismo, reduciendo así los efectos del tiempo en nuestro organismo, preservando todos nuestros órganos frente al paso del tiempo. Los antioxidantes son muy beneficiosos para nuestro metabolismo. Propiedades estimulantes: La mora es una de las frutas que mejor le hacen a nuestro sistema nervioso, y esto porque mejora el funcionamiento de nuestro cerebro. Esta característica ya ha sido evidenciada en varios estudios científicos. Comer moras ayuda a preservar el equilibrio, la memoria y la coordinación motora de las personas mayores. De esta forma, es un ingrediente excelente para mantener o integrar en la dieta de estas personas. Además de estos beneficios, también podemos destacar el importante papel que puede jugar la mora en la prevención de infecciones urinarias. En este caso se utilizan las flores de la planta, que son sumamente diuréticas y facilitan la eliminación de la orina permitiendo así el tratamiento del tracto urinario. También tiene una función muy esencial para reducir el riesgo de úlcera o incluso cáncer de estómago. 

Ingredientes

Cómo Utilizar