Flor emblemática de Provenza, la lavanda fina es una planta medicinal reconocida por sus virtudes desde la antigüedad. Es fácil de cultivar y se contenta con el sol y los suelos pobres. A diferencia de la lavanda áspic, se puede encontrar en altitudes superiores a los 800 metros, formando arbustos densos con tallos largos que dan lugar a espigas de flores de color azul púrpura. Las flores desprenden un exquisito perfume que hace las delicias de las abejas. 

- ¡El agua floral de lavanda, conocida por sus propiedades calmantes, purificantes y tonificantes, puede ser utilizada por toda la familia!
- Como loción, es perfecta para calmar y calmar las pieles frágiles, irritadas por el sol o las picaduras de insectos. También ayuda a purificar la piel grasa y problemática. 
- Añadido al agua de aclarado, ayuda a purificar el cuero cabelludo. 

Ingredientes

Agua de flor de lavandula angustifolia*, linalool, geraniol, cumarina. (*) Ingredientes procedentes de Agricultura Ecológica.  El 100% del total de ingredientes proceden de Agricultura Ecológica.  El 100% del total de ingredientes son de origen natural.  Cosmética Natural y Ecológica certificada por ECOCERT Greenlife. 

Cómo Utilizar

Las aguas florales son, en sí mismas, productos de cuidado adaptados a todas las edades por su suavidad. Debido a su baja concentración de moléculas activas, no necesitan diluirse y pueden aplicarse directamente sobre el rostro, el cuerpo o el cabello mediante compresa o spray directo. 

Advertencia

No recomendado para niños menores de 3 años. 
Después de abrir, conservar en el frigorífico. 
Las aguas florales son relativamente frágiles, por lo que deben utilizarse dentro de los seis meses siguientes a su apertura, y deben conservarse en un lugar fresco, protegido de la luz. 
Si bien las aguas florales no tienen contraindicaciones, le recomendamos estar atento, ya que cada uno de nosotros puede reaccionar ante un producto cosmético. Por tanto, es aconsejable realizar una prueba, antes de su uso, aplicando un poco de agua floral en una porción limitada de la piel, para comprobar que es bien tolerado por el organismo.