La salvia española es un pequeño arbusto floreciente (30 cm) originario de España y el sur de Francia. 

Se parece a la salvia real, pero sus hojas más estrechas de color verde grisáceo y la inflorescencia de pequeñas flores de color púrpura recuerdan a la lavanda (lavanda). 

El aceite esencial obtenido de la destilación de sus partes superiores es de incoloro a amarillo pálido, no viscoso y tiene un aroma fresco, especiado y alcanforado con un ligero toque de pino. 

En aromaterapia es reconocida por sus propiedades depurativas, antiinfecciosas y expectorantes utilizadas en el tratamiento de afecciones asociadas a infecciones respiratorias, como bronquitis, gripe, sinusitis y rinitis. 

Además, tiene un efecto tónico y positivo, ayuda a aumentar la energía vital y estimula la función cognitiva y el buen humor, por lo que se suele utilizar como apoyo en caso de demencia, agitación e irritabilidad asociadas al envejecimiento. 

Ingredientes

aceite esencial de Salvia lavandulifolia*. (*) Ingrediente procedente de Agricultura Ecológica. 

Cómo Utilizar

- Vía oral: 1 a 2 gotas, 3 veces al día, sobre soporte neutro1 (equivalente a 0,09 a 0,19 ml/día). 
- Vía cutánea: unas gotas diluidas en un aceite vegetal base. 
- Difusión: puro o diluido, mezclado con otros aceites esenciales más suaves. 
Equivalencia media: 1 ml = 31 gotas. 

Advertencia

No exceda las dosis recomendadas. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta variada y equilibrada y de un estilo de vida saludable. Mantener fuera del alcance de los niños. 
No debe ser tomado/utilizado por niños menores de 6 años sin consejo médico. 
No tomar/usar durante el embarazo y la lactancia. 
No lo use en personas con antecedentes de ataques epilépticos, asma, tumores dependientes de estrógenos y en personas hipersensibles a los aceites esenciales. 
Nunca tome este aceite puro por vía oral sin soporte1. 
Todos los aceites esenciales deben diluirse en un aceite vegetal base para aplicación en la piel. 
1) por ejemplo una pastilla neutra, una cucharadita de miel, una cucharadita de aceite de oliva, o incluso un trozo de pan rallado.