GARANTÍAS
Siendo uno de los derechos fundamentales de los consumidores el acceso a bienes y servicios correspondientes a los contratistas y con la garantía de buen funcionamiento, NUTRIBIO garantizará, por un período de 24 meses contados a partir de la fecha de compra (excepto en el caso de los productos perecederos), la calidad de sus productos, ofreciendo a los clientes una de las siguientes soluciones, en este orden:
- Reparación de los productos dañados, garantizando el correcto funcionamiento y/o calidad final;
- Cambio del producto por un igual;
- Cambio de productos por un de características y propósito similares, siempre y cuando se acuerde con el cliente;
- Resolución del contrato y reembolso resultante si ninguna de las opciones anteriores es posible.
El ejercicio del derecho de garantía por parte del cliente se realizará siempre a través de la presentación de una reclamación a nuestros servicios, a través de las vías previstas en las condiciones de venta, y la devolución del producto defectuoso o no correspondiente al contratado.
Nuestro equipo revisará el artículo en cuestión para confirmar el derecho efectivo de garantía por parte del cliente, excluyendo todas las situaciones que resulten, entre otras, de:
- Uso abusivo, daño intencional o daño negligente por parte del cliente;
- Desgaste normal del producto, siempre que dentro de los niveles esperados y declarados por el fabricante;
- Imposibilidad de probar el mal funcionamiento o defecto indicado por el cliente;
- Todas las situaciones que se detectan como intentos de fraude.
Después de la inspección del producto recibido, el cliente será informado del seguimiento de su solicitud.
En los casos en que se ejerza la garantía, NUTRIBIO promoverá la reparación, sustitución o reembolso del artículo en el menor tiempo posible, con un plazo máximo de 30 días a partir de la fecha de confirmación escrita de que el cliente tiene derecho a la garantía del producto.
El reembolso de cualquier cantidad pagada se realizará por el mismo método de pago utilizado en la compra del producto, a menos que se acuerde de manera diferente con el cliente.
Estas disposiciones no perjudican los derechos de ningún consumidor, que resultan directamente de la ley vigente.