El clorhidrato de betaína, como fuente natural de ácido clorhídrico (ácido del estómago) promueve una digestión saludable, ayudando a descomponer los alimentos ricos en proteínas. El clorhidrato de betaína es una forma ácida de betaína, una sustancia similar a las vitaminas que se encuentra en los cereales y otros alimentos. En el estómago, el ácido clorhídrico convierte el pepsinógeno en pepsina, una enzima que descompone las proteínas en sustancias más pequeñas y fácilmente absorbibles. A medida que envejecemos, la secreción de clorhídrico puede reducirse, lo que puede resultar en niveles más bajos de pepsina. Sin niveles adecuados de pepsina, el cuerpo tiene dificultades para digerir los alimentos. El clorhidrato de betaína se usa como una fuente adicional de ácido clorhídrico, que el estómago puede usar para producir pepsina. La combinación de hidrocloruro de betaína y pepsina proporciona un excelente tónico estomacal. Las personas que padecen problemas intestinales y estomacales suelen pensar que la acidez, la indigestión, los gases y el reflujo son causados por la sobreproducción de ácido estomacal. Esta concepción errónea fue fuertemente reforzada por los profesionales de la salud, quienes suelen prescribir medicamentos bloqueadores del ácido estomacal, ante el menor signo de disfunción estomacal, sin hacer un diagnóstico completo y seguimiento previo, descuidando la importancia de las recomendaciones dietéticas. Los síntomas de sobreproducción y subproducción de ácido del estómago (ácido clorhídrico) son casi idénticos. Por tanto, es fundamental saber qué está pasando realmente en el estómago haciendo las pruebas adecuadas. Se recomienda el clorhidrato de betaína como fuente adicional de ácido clorhídrico para personas con falta de producción de ácido estomacal (hipoclorhidria). Esta deficiencia aumenta la probabilidad y la gravedad de algunas infecciones intestinales parasitarias y bacterianas. Los síntomas comunes asociados con un bajo contenido de ácido clorhídrico son mal aliento, hinchazón, náuseas, flatulencia o una sensación de estómago "pesado o ardor", especialmente después de comer, recurrencia de infecciones (como candidiasis crónica) y parásitos intestinales, diarrea, estreñimiento, sin digerir alimentos en materia fecal, alergia alimentaria, picor rectal, urticaria, uñas débiles o quebradizas, acné, vasos sanguíneos dilatados en las mejillas o nariz (en no alcohólicos) y deficiencia de hierro. 

Ingredientes

Betaína (clorhidrato) - 324 mg, Pepsina (1: 10000) - 39 mg

Cómo Utilizar

Tomar 1 tableta, de 1 a 3 veces al día, preferiblemente con una comida. Advertencia: Almacenar en un lugar fresco, seco y oscuro. No exceda la dosis recomendada. Si está embarazada, amamantando, tomando alguna especialidad farmacéutica o si padece alguna enfermedad, consulte a su médico o profesional de la salud antes de tomar este suplemento. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta variada y un estilo de vida saludable. Mantener fuera del alcance de los niños.